El término "azul" deriva del árabe لازورد (lazaward), que significa "lapislázuli", una piedra semipreciosa de color azul intenso. Esta palabra árabe, a su vez, proviene del persa لاژورد (lāžvard).
El color azul tiene una larga historia y ha estado presente en diversas culturas antiguas. En Egipto, el lapislázuli se utilizaba como pigmento para pintar joyas y decorar tumbas reales. En Mesopotamia, los babilonios y asirios empleaban este color para teñir prendas de vestir y decorar sus edificios.
En la cultura occidental, el azul se asoció inicialmente con la nobleza y la realeza, convirtiéndose en un símbolo de poder y riqueza. Más tarde, adquirió connotaciones religiosas, representando la pureza y la devoción en el arte cristiano.
La palabra "azul" se incorporó al español a través del árabe durante la presencia de los árabes en la Península Ibérica, entre los siglos VIII y XV.