El término "plástico" proviene del griego "plastikos", que significa "capaz de ser moldeado". Se deriva del verbo griego "plassein", que significa "moldear" o "dar forma".
El primer uso registrado de la palabra "plástico" como sustantivo data de 1909, cuando se utilizó para referirse a las sustancias poliméricas sintéticas que podían moldearse en formas útiles. Antes de eso, la palabra se utilizaba como adjetivo para describir algo que era moldeable o maleable.
Los primeros plásticos sintéticos fueron desarrollados a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con la invención de materiales como la baquelita, el celuloide y el nailon. Estos materiales revolucionaron la industria al ofrecer alternativas más económicas y duraderas a los materiales naturales como la madera, el vidrio y el metal.
El uso generalizado de los plásticos sintéticos comenzó en la década de 1940 y desde entonces se han desarrollado cientos de tipos diferentes de plásticos con una amplia gama de propiedades y aplicaciones.