Marta es un nombre propio femenino de origen arameo. Proviene del término arameo "marta", que significa "señora" o "dueña de casa". En el Nuevo Testamento, Marta era la hermana de María y Lázaro, y se destaca por su dedicación al servicio y la hospitalidad. El nombre se ha utilizado desde tiempos antiguos y sigue siendo popular en muchas culturas cristianas.